Cuando se acaba la luna de miel...

Es algo que seguramente a todos nos ha pasado. Cuando empezamos una relación, todo es perfecto, todo es muy bonito, estamos muy enamorados.. pero a medida que la confianza crece, que se pasa más tiempo juntos, la atracción desaparece y las cosas se vuelven más monótonas y aburridas (y no hablemos ya en el caso de que se conviva); el sexo se vuelve más rutinario, y los reproches y peleas se hacen cada vez más broncas. Normalmente al cabo de tres meses los efectos de los que hablamos se suelen hacer evidentes.

Mucha gente piensa que la razón de este deterioro es la dejadez, la pérdida de esas ganas de seguir agradando y sorprendiendo a la pareja; pero hay otros, entre los que me encuentro, que piensan que la verdadera razón es que, cuando pensamos que ya tenemos enganchado/a a nuestra pareja, dejamos de fingir y comenzamos a ser nosotros mismos: es decir, que dejamos de actuar para gustar.

Cosas que hay que hacer para evitar estas situaciones:

1. Intentar evitar aparentar ser el príncipe azul que no eres. Está claro que tienes que agradar a tu chica, pero sin pasarse.

2. Intenta evitar caer en la rutina: no hagáis siempre las mismas cosas, ir a los mismos sitios. Hay que innovar, hay que mantener la chispa en la pareja.

3. Sorpréndela con pequeños obsequios, de manera espontánea, no en días señalados, sino de manera espontánea.

4. De igual manera, intentar no caer en la rutina sexual, probar nuevas posiciones, nuevos lugares; hay que mantener el romanticismo.

5. Evitar las discusiones, ya que son las que matan la pasión: obviamente algunas son inevitables, pero se deberían evitar las grandes broncas.

¿Vosotros qué opináis de todo esto? ¿Podéis explicarnos alguna anécdota relacionada con este tema? ¡Esperamos vuestros comentarios!!