6 mitos sobre el sexo (2ª parte)

En este post vamos a tratar la segunda parte sobre los mitos sexuales destronados, que comenzamos hace unos días.

4. La eyaculación afecta al rendimiento deportivo.

Según viejas filosofías orientales (normalmente fidedignas) la eyaculación vacía el cuerpo de fuerza vital, bajando así el nivel de testosterona; con más testosterona el hombre gana en energía y agresividad.

La realidad es que tras la eyaculación parece que el nivel de energía disminuye, y que las ganas de dormir nos vence; sin embargo, la razón para ello no está clara del todo, aunque parece que la principal es que cuando eyaculamos se segregan sustancias químicas del sueño. Respecto a la bajada del nivel de testosterona, estudios médicos demuestran que es al contrario, el nivel sube tras la eyaculación: por ejemplo, tras tres meses de abstinencia sexual la testosterona baja a los niveles de un niño. Lo único que se ha podido demostrar es que durante las dos horas siguientes a la eyaculación el ritmo cardiaco se ve afectado, lo que puede afectar al rendimiento.

Por tanto, no dejes de practicar sexo por el hecho de ser deportista de élite!!

5. Los pechos más pequeños son más sensibles.

Hay un hecho constatado científicamente que dice que de media los pechos contienen el mismo número de terminaciones nerviosas, independientemente del tamaño. Por tanto es lógico pensar que los pechos pequeños serán más sensibles al tacto al tener más densidad de terminaciones.

La realidad es que los pechos y especialmente los pezones están sensibles durante la mayor parte del ciclo menstrual. Según qué punto serán más grandes, más pequeños, más sensibles o más receptivos sexualmente, pero siempre sensibles. Lo que nos puede llevar a engaño es que cuando se excita un pecho pequeño el resultado es visible, mientras que en uno grande el resultado es menos visible. Pero no hay ninguna conclusión científica a este respecto, por lo que es mejor no dejarse llevar por prejuicios y tratarlos siempre con mucho mimo.

6. Los hombres siempre tenemos ganas de sexo.

Socialmente siempre se piensa que los hombres siempre estamos preparados para tener sexo con cualquier mujer atractiva que se nos cruce por delante. Sin embargo, este mito ignora el hecho de que somos seres humanos, y que no siempre estamos de humor. Muchas veces la negativa de un hombre puede crear confusión y frustración a la mujer que haya crecido con este mito. Entre las muchas razones que nos pueden llevar a rechazar una sesión de sexo están el estrés, enfermedades, fatiga o simplemente no estar de humor. Así que no tengamos miedo de rechazar a nuestras mujeres, seguro que con alguna explicación lo entenderán.

¿Qué opináis sobre estos tres últimos mitos? Esperamos vuestras respuestas como siempre!!